Si algo le faltaba a mi padre en su vida era tener un hijo varón, y como verán en marzo de 1981 lo tuvo, ya a mis dos hermanas con 7 y 9 años las llevaba al Ciudad de Caseros y en mi caso no esperó mucho para llevarme, con solo cuatro meses de nacido tuve mi primer y único bautismo, me llevaron al Estadio por Primera vez. Si hay algo en lo que si me parezco con mi padre es en sentir a Estudiantes con una pasión totalmente desconmensurable, casi bordeando a la locura, carente de lógica, y sujeto a cualquier desquicio. Apenas se enteró mi madre que ante un fallo arbitral casi me revolea al referí en pleno partido entendió que al menos hasta que aprenda a caminar debía compartir las gradas con los viejos e hinchas de siempre y así dejar que quien les escriba tenga la posibilidad de escribir su propia historia. Obviamente mis recuerdos son muy vagos y poco recuerdo de mis primeros años pero muchos me van a saber entender que hay sonidos, gritos, olores que están gravados en mis genes y en mi memoria, por eso nunca me canso de decir que Estudiantes es mi casa, mi familia mi pasión.
Si a veces envidio a alguien son a esos nenes chiquitos que van a la cancha y en pleno partido cuando estamos todos desesperados buscando o defendiendo un resultado corren, juegan, comen¡, hablan como si nada fuera más importante. Los miro y les digo …¨como me gustaría venir a la cancha y estar tan bien como ustedes…¨ y aclaro no soy más o menos hincha que nadie y no me enorgullece vivirlo así pero les juro que no lo puedo ni quiero cambiar. Me río a veces cuando me dicen ¨…para un poco te vas a enfermar …! y la verdad que tienen razón esta pasión es como dice la barra de caseros: ¨ desde la cuna hasta el cajón!….
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