Han pasado dos semanas del fracaso y aun la pena no se fue, festejaron el ascenso en estos seis meses 29 equipos (sin contar los 15 del interior), y los vi disfrutar y explotar de alegría, hasta a Racing le toco que era nuestro mal parámetro de los continuos fracasos. Lo único que me consuela que después de esto podamos ganar el campeonato institucional, ese campeonato que te termina ascendiendo cuando por lo futbolístico no alcanza, es ese torneo que hace que la camiseta de tu Club pese más que las demás, que el césped de tu estadio siempre te juegue a favor, que los demás te respenten por demás. Quiero terminar mis cinco años de dirigente colocando un sobre en una urna o por lo menos que la próxima Comisión Directiva sea avalada tácitamente mediante el consenso de todos sin soportar que nos impongan nada, poder identificarme con quienes conduzcan al Club como así también que los próximos jugadores puedan llegar a entender lo fuerte en intenso es este Club para mí. Es una etapa para tomar conciencia de lo importante que es saber elegir un proyecto de Club, y no solo pensar que lo único que importa son once profesionales (o no) del fútbol corriendo detrae de una pelota.
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