martes, 24 de marzo de 2015

No soy feliz pero tengo dirigentes.



Desde algún punto de vista los entiendo, realmente el dirigente desesperado es un arma de destrucción masiva, puede llegar una asociación ilícita super sofisticada hasta hacer algo indigno o mejor dicho digno de uno de los mejores ¨pasos¨ de comedia del fútbol argentino. Cuando me levanto a la mañana y escucho que hubo un intento de soborno en el partido de Estudiantes vs. almargo me quedé tranquilo al instante que nuestros dirigentes no hicieron eso de ninguna manera, no porque quiera elogiar por elogiar sino porque en primer medida se muy bien están juntando monedas para hacer frente a los costos y deudas que debe afrontar el Club y en segundo lugar porque nuestro equipo por más que sobornemos al referí, jugadores contrarios, al canchero, al medico, a la policía, a la TV, a la pelota, etc, no le metíamos un gol a nadie. almargo probo con una charla motivacional en la previa con el Profe Salorio y luego evidentemente probo con una ¨charla motivacional¨con el Profe Salario, toda la carne al asador para quebrar la racha de 23 años, perdón, partidos¡ sin ganar, por eso al fin de cuentas no se si me da lástima o de alguna manera los entiendo. No me rio del mal ajeno pero por suerte para el ridículo aun no estamos.

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