lunes, 6 de abril de 2015

Ser distinto es lo varolable.


Le dicen ¨el Pony¨, le dicen ¨el Salta¨, le decimos los pibes del Club. En diciembre cuando nuestro Club transitaba por la anarquía, concurrí a la sede con la única intensión de custodiar el destino de los padrones del club y cuando salgo de allí me detengo un segundo a respirar luego de padecer momentos de angustia e indignación. No pasó un minuto que viene y me saluda el ¨Salta¨ juvenil de apellido Avalos, jugador de la cantera que más que promesa era en ese momento un bote a la deriva como todos los jugadores del Club, pero ¨el pibe¨ lejos de inmiscuirse en los ¨problemones¨ que tenía su Club me contaba que el se seguía entrenando, día a día, con esa ingenuidad de ni siquiera querer saber en que iba a quedar su Club Formador. En ese momento me hizo acordar al ¨Colo¨ cuando lo vi en la cancha de Platense cuando jugamos Copa Argentina y me comento que había dejado el Fútbol, cuantas víctimas inocentes de este Club¡, lo único que les dije a cada uno de ellos es que Estudiantes era su casa y que no dejaran de insistir que indefectiblemente el DT que viniera iba a recurrir a ellos y que se preparen para ese día. Obviamente ninguno de los dos es lo que es hoy por mi pero cuando los veo Jugar siento una satisfacción enorme de que no claudicaron, que gracias a un pase de 45 metros de uno y el empuje del otro hoy seguimos en carrera, no se si son o serán grandes jugadores, lo que se es que son distintos, distintos a lo que estamos acostumbrados a ver.

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